VEINTE CUATRO HORAS EN LA SIERRA RURAL
Estas en el campo, cada mañana amanece con el clima casi siempre frio, a veces notas el soplar del viento cuando el aire frio soba tu rostro y genera terror. Planeas hacer una caminata por los caminos numerosos angostos y anchos que une las parcelas, de una casa a otra casa, que están en líneas rectas o curvilíneas sin forma. Las parcelas son diversificadas, en algunas chacras de papa, en algunas, habas, cebada, algunas partes son mas húmedas que otras, en las partes bajas humedales, que guardan totoras y pastos de poca calidad, algunas parcelas simplemente no están sembradas ningún producto, seguramente están en año de descanso, y los demás que se puede ver hay plantas de pino, eucaliptos que resaltan en estos lugares. Las parcelas están cercadas con terrones, piedras y algunas se percibe plantas de diferentes tamaños especies, en algunas pino y en algunas eucalipto, y lo mas deseable es el cetáceo que cerca en el perímetro de las parcelas.
Casas de cuatro habitaciones o tal vez menos, muy dispersas, sin ninguna dirección, cada una de ellas con corrales bien separadas para cada tipo de animal y de diferentes tamaños, en un corral puedes ver de tres hasta de sesenta ovejas dependiendo del corral familia, en algunas puede haber o no animales de carga, un burros, dos burros , un caballo o un burro y un caballo, las vacas en algunos corrales están amarradas en una estaca bien clavada en un rincón del corral, algunas están bien flacuchentas, soportando el frio, en algunas casas, solo hay dos, tres o nada de vacas reinado el vacío en los corrales del pueblo.
De siete a nueve de la mañana los niños de cada unidad domestica, van saliendo rumbo a los pastizales, arreando las ovejas, con el fiambre del chuño cocido, acompañado de alguna cantidad de tostado de maíz o habas, se dirigen con un ayudante que acompañará hasta cierta parte para luego volver a casa. En los caminos más principales, puedes ver el trafico de ovejas, que van en filas, cada pastorcito bien ubicadas detrás de las ovejas caminado van.
Mientras las madre, no dejan pasar el tiempo y paralelamente se dirigen a arrear las vacas, asnos o caballos a las parcelas donde hay algunos pastos, cuando llegan a la parcela ubican un lugar bien cómoda para que la vaca u otro animal se alimente confortablemente, clavan una estaca para cada animal, y amarran la soga que sujeta el animal. Algunas se van recogiendo las bostas que quedaron en las parcelas, llevan en sus mantas o en sus polleras sostenidas con las manos casi igual a una canasta de jugar del basquetbol que sirven como un perfecto instrumento para trasladar la bosta. Otras se dirigen hilando lana con unos pasos rápidos. Todas acaban de abandonar todas la parcelas y se han internado en las casas y algunas están en sus corrales sentadas están tejiendo una serie de tejidos que no logro identificar tampoco sé sus nombres.
La hora ya ha pasado, cuando el sol ya se pone en la mitad del cielo despejado, las casas empiezan a expulsar humo, seguramente cada madre ya empezó a preparar el almuerzo para la familia, mientras que algunas casas no se nota ninguna actividad de cocinar, ni hay ninguna señal de que estén cocinando, según pregunte, algunas familias en la mañana se preparan alimento para todo el día, y ahí que al rato me respondo la gran pregunta de que porque algunas familias no preparan alimentos si ni siquiera hay un restaurante en el pueblo.
Más tarde cada casa empieza a humear otra vez, algunas salen a recoger y arrear los ganados, los caminos esta numerosamente transitadas por animales, y por la gente del pueblo, el sol ya se oculta, el viento ya corre más fuerte y genera ya mas frio, todas las familias se han internado en sus casas, la tarde ya esta silencio, ya no hay animales, es silencio, solo se escucha el sonido del rio, de los árboles y de algunos pájaro y moscas que gimotean desesperadamente. La noche cae ya se oscurece, todas las casas están todavía brillando, algunas luciérnagas también están generando luces, las ranas y sapos ya empiezan a cantar, toda la multitud se han intruso dentro de sus mansiones y seguramente todos están en su hamaca.
Casas de cuatro habitaciones o tal vez menos, muy dispersas, sin ninguna dirección, cada una de ellas con corrales bien separadas para cada tipo de animal y de diferentes tamaños, en un corral puedes ver de tres hasta de sesenta ovejas dependiendo del corral familia, en algunas puede haber o no animales de carga, un burros, dos burros , un caballo o un burro y un caballo, las vacas en algunos corrales están amarradas en una estaca bien clavada en un rincón del corral, algunas están bien flacuchentas, soportando el frio, en algunas casas, solo hay dos, tres o nada de vacas reinado el vacío en los corrales del pueblo.
De siete a nueve de la mañana los niños de cada unidad domestica, van saliendo rumbo a los pastizales, arreando las ovejas, con el fiambre del chuño cocido, acompañado de alguna cantidad de tostado de maíz o habas, se dirigen con un ayudante que acompañará hasta cierta parte para luego volver a casa. En los caminos más principales, puedes ver el trafico de ovejas, que van en filas, cada pastorcito bien ubicadas detrás de las ovejas caminado van.
Mientras las madre, no dejan pasar el tiempo y paralelamente se dirigen a arrear las vacas, asnos o caballos a las parcelas donde hay algunos pastos, cuando llegan a la parcela ubican un lugar bien cómoda para que la vaca u otro animal se alimente confortablemente, clavan una estaca para cada animal, y amarran la soga que sujeta el animal. Algunas se van recogiendo las bostas que quedaron en las parcelas, llevan en sus mantas o en sus polleras sostenidas con las manos casi igual a una canasta de jugar del basquetbol que sirven como un perfecto instrumento para trasladar la bosta. Otras se dirigen hilando lana con unos pasos rápidos. Todas acaban de abandonar todas la parcelas y se han internado en las casas y algunas están en sus corrales sentadas están tejiendo una serie de tejidos que no logro identificar tampoco sé sus nombres.
La hora ya ha pasado, cuando el sol ya se pone en la mitad del cielo despejado, las casas empiezan a expulsar humo, seguramente cada madre ya empezó a preparar el almuerzo para la familia, mientras que algunas casas no se nota ninguna actividad de cocinar, ni hay ninguna señal de que estén cocinando, según pregunte, algunas familias en la mañana se preparan alimento para todo el día, y ahí que al rato me respondo la gran pregunta de que porque algunas familias no preparan alimentos si ni siquiera hay un restaurante en el pueblo.
Más tarde cada casa empieza a humear otra vez, algunas salen a recoger y arrear los ganados, los caminos esta numerosamente transitadas por animales, y por la gente del pueblo, el sol ya se oculta, el viento ya corre más fuerte y genera ya mas frio, todas las familias se han internado en sus casas, la tarde ya esta silencio, ya no hay animales, es silencio, solo se escucha el sonido del rio, de los árboles y de algunos pájaro y moscas que gimotean desesperadamente. La noche cae ya se oscurece, todas las casas están todavía brillando, algunas luciérnagas también están generando luces, las ranas y sapos ya empiezan a cantar, toda la multitud se han intruso dentro de sus mansiones y seguramente todos están en su hamaca.